domingo, 5 de julio de 2015




Me reuní con Paz en Fresco, un acogedor café ubicado en el centro de San José. Estuvimos conversando alrededor de una hora, durante la cual comprendí que Viaje transmite mucho de lo que ella es en realidad: una persona honesta y sencilla, con muchas ganas de vivir. 

Paz Fábrega nació en San José y, como amante de la ciudad, ahí se quedó. Aunque le ha tocado viajar constantemente en diferentes momentos de su vida, ya tiene alrededor de siete años viviendo en el centro.

Cuando tenía 15 años, tuvo la oportunidad de asistir al Festival de Cine de la Habana con unas amigas, y fue allí donde se enamoró de su actual profesión.

“La cosa es que tenía 15 años y terminé yendo al Festival de Cine de La Habana. Había películas de un tipo que yo nunca había visto y eso me impresionó mucho”, me contó Paz, añadiendo que siempre se ha visto impactada por películas que podrían calificarse como ‘diferentes’.

“No son ni siquiera películas muy alternativas; son películas muy viejas, como Belle du Jour (1967) de Buñuel; y La Insoportable Levedad del Ser (1988), basada en la novela de Milan Kundera”, recordó.

Otra de las razones que le hicieron interesarse en el cine fue la labor de la Cinemateca de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica (UCR). 



“Cuando yo estaba en el colegio pasaban una película diferente todos los días y eran películas buenísimas y era un tiempo en el cual no era tan fácil conseguir algunas de ellas. Ahora con Internet es más fácil ver lo que uno quiere ver… pero, en ese momento, de verdad era difícil”, señaló.

Estudió Comunicación Colectiva y Fotografía, debido a que en ese momento no existía la carrera de Cine en Costa Rica. Posteriormente tomó la decisión, hizo maletas y viajó a Londres con el propósito de cumplir su sueño de formarse como cineasta. Estuvo allí tres años.

Su primer largometraje se llama Agua Fría de Mar, una coproducción entre cinco países, es decir, había cinco productores trabajando en ella.

“Fue una experiencia que no sé si repetiría. Es una manera de producir que se vuelve un poco complicada y hace que las películas se vuelvan muy caras; sin embargo, también fue muy bonita; pude hacer la película que quería hacer en ese momento en términos creativos, tuve mucha libertad y viajé mucho”, expresó.

Paz es joven, y sólo me bastaron minutos para comprender que tiene un espíritu aún más joven; la muerte de su mejor amiga marcó un antes y un después en su vida y lo que actualmente puedo percibir de ella es una mujer emprendedora con muchos deseos de disfrutar la vida o, como ella misma lo formula, ‘pasársela bien’.

Y, precisamente, de eso se trata Viaje.



“Cuando decidí filmar Viaje, quise hacerlo con un grupo de amigos; los llamé un día y así empezamos”, me explicó. “Fue un proceso largo, pero lo que no fue largo fue esperar para empezar a trabajar.  Cuando empezamos a filmar todavía yo tenía las ideas muy frescas, tenía muy fresco lo que quería hacer y cómo quería hacerlo: de manera muy simple, muy sencilla, y con un objetivo específico”.

“Duramos tres años en terminarla, pero no fue tan difícil porque tenía todo filmado y, al final, lo que hacía falta era editarlo y encontrar el sentido de la historia. En el momento en que tuve claro de qué se trataba todo fluyó un montón. Fueron apareciendo cosas que ayudaron a que la película tuviera un sentido y se armó mucho mejor”, acotó la cineasta.

Para Paz, Viaje cuenta la historia de “gente que no se quiere hacer grande por todo lo que implica”.

“No necesariamente porque no quieran adquirir responsabilidades, sino porque hay un esquema de lo que implica ‘hacerse grande’ que ellos no quieren. Creo que lo que no quieren perder es eso que uno que tiene en la adolescencia, de querer pasársela bien y buscar tener experiencias que lo hagan a uno sentirse bien. Se trata de ese momento de la vida en que otras cosas se vuelven más importantes que buscar esas experiencias”,  me comentó Paz, quien está segura que “el mundo estaría mejor si la gente quisiera pasársela bien en lugar de sólo querer acumular cosas”.

“Suena como una cosa toda irresponsable, pero creo que el mundo estaría mejor si la gente quisiera más pasársela bien, en lugar de acumular cosas… o si la gente estuviera más despierta y más consciente de que todo ya está ahí, y es sólo ir y aprovecharlo”, manifestó.

“La gente se rodea de muchas otras cosas… ‘Tengo que tener una casa, tengo que tener dos carros, tengo que conseguir estas cosas y aquellas, tengo que avanzar y avanzar y tener éxito’… cuando en realidad las personas serían mucho más felices si trataran de conectarse con la gente que tienen alrededor, si sacaran el tiempo para pasársela bien y hacer cosas que les parecieran vacilonas”, añadió.

Esto Paz lo aplica en su vida; no solamente es una exitosa cineasta que sigue en ascenso, sino que también es dueña del Café Rojo, parte de uno de sus proyectos de vida.


“Tengo un café; es algo que siempre había querido… y, ahora que lo pienso, me gustaría ser emprendedora”, dijo, riendo. “Hay muchas ideas de negocios que me parecería sería bonito que hubiera en la ciudad y que me gustaría poder llevar a cabo, sobretodo porque me interesa mucho San José y me  interesan mucho los proyectos culturales de esta ciudad. Y por eso puse el café, un poco pensando en recuperar algunas zonas, en crear espacios para que la gente esté en la calle”, recalcó.

Paz también ha reflexionado acerca de tomarse un tiempo para escribir una novela, pues le encanta la literatura; no obstante, en el futuro inmediato y tras el lanzamiento de Viaje, su cabeza se ha llenado de nuevas ideas y no puede esperar para comenzar a filmar otra película.

“A mí me interesa mucho el cine como medio; creo que mi aproximación es un poco empujar los límites y trato de hacer cosas que quizá, no son las más obvias”,  me explicó Paz, para quien su visión del cine radica en estar buscando cosas diferentes basadas en la realidad.

“Hasta ahora no he hecho una película en la que pasen cosas en las que yo no me pueda imaginar que me pudieran pasar a mí. A mí me gusta hacer películas en las que sucedan situaciones que le pasan a la mayoría de la gente en la vida, no como de ‘ese evento’ que le pasa muy rara vez a una persona y es una historia extraordinaria”, apuntó.

“A mí me gusta más el cine que lo acompaña a uno, que le muestra cosas con las que uno se puede relacionar, que ayudan a reflexionar. Y a mí, tal vez, lo que me interesa es eso porque siento que esas son las cosas que todos vivimos”, agregó.

A punto de finalizar nuestra entrevista, y con un par de vasos ya vacíos en la mesa, le pedí a Paz que le dejara un mensaje a nuestra generación.

No le fue difícil, no lo tuvo que pensar mucho.

Para ella, simplemente, ‘no hay tiempo’.

“Las cosas son ahora, y uno no tiene que esperarse a tener 50 años para hacerlas. Si usted tiene ideas y piensa que las cosas deberían ser diferentes, vale la pena defenderlas. No hay que ser tan mansos”, manifestó. 

Con dos cortos y dos largometrajes, todos reconocidos y premiados a nivel internacional, Paz definitivamente es el ejemplo de esto. 

*Fotos por Joel Obando Fotografía

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