Me reuní con Paz en Fresco, un acogedor café
ubicado en el centro de San José. Estuvimos conversando alrededor de una hora, durante
la cual comprendí que Viaje transmite
mucho de lo que ella es en realidad: una persona honesta y sencilla, con muchas
ganas de vivir.
Paz Fábrega nació en San José y, como amante de
la ciudad, ahí se quedó. Aunque le ha tocado viajar constantemente en
diferentes momentos de su vida, ya tiene alrededor de siete años viviendo en el
centro.
Cuando tenía 15 años, tuvo la
oportunidad de asistir al Festival de Cine de la Habana con unas amigas, y fue
allí donde se enamoró de su actual profesión.
“La cosa es que tenía 15 años y
terminé yendo al Festival de Cine de La Habana. Había películas de un tipo que
yo nunca había visto y eso me impresionó mucho”, me contó Paz, añadiendo que
siempre se ha visto impactada por películas que podrían calificarse como ‘diferentes’.
“No son ni siquiera películas muy
alternativas; son películas muy viejas, como Belle du Jour (1967) de Buñuel; y
La Insoportable Levedad del Ser (1988), basada en la novela de Milan Kundera”,
recordó.
Otra de las razones que le hicieron
interesarse en el cine fue la labor de la Cinemateca de la Facultad de Estudios
Generales de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Cuando yo estaba en el colegio
pasaban una película diferente todos los días y eran películas buenísimas y era
un tiempo en el cual no era tan fácil conseguir algunas de ellas. Ahora con
Internet es más fácil ver lo que uno quiere ver… pero, en ese momento, de
verdad era difícil”, señaló.
Estudió Comunicación Colectiva y Fotografía,
debido a que en ese momento no existía la carrera de Cine en Costa Rica.
Posteriormente tomó la decisión, hizo maletas y viajó a Londres con el
propósito de cumplir su sueño de formarse como cineasta. Estuvo allí tres años.
Su primer largometraje se llama Agua
Fría de Mar, una coproducción entre cinco países, es decir, había cinco productores
trabajando en ella.
“Fue una experiencia que no sé si
repetiría. Es una manera de producir que se vuelve un poco complicada y hace
que las películas se vuelvan muy caras; sin embargo, también fue muy bonita;
pude hacer la película que quería hacer en ese momento en términos creativos,
tuve mucha libertad y viajé mucho”, expresó.
Paz es joven, y sólo me bastaron
minutos para comprender que tiene un espíritu aún más joven; la muerte de su
mejor amiga marcó un antes y un después en su vida y lo que actualmente puedo
percibir de ella es una mujer emprendedora con muchos deseos de disfrutar la
vida o, como ella misma lo formula, ‘pasársela bien’.
Y, precisamente, de eso se trata Viaje.
“Cuando decidí filmar Viaje, quise
hacerlo con un grupo de amigos; los llamé un día y así empezamos”, me explicó. “Fue
un proceso largo, pero lo que no fue largo fue esperar para empezar a trabajar.
Cuando empezamos a filmar todavía yo
tenía las ideas muy frescas, tenía muy fresco lo que quería hacer y cómo quería
hacerlo: de manera muy simple, muy sencilla, y con un objetivo específico”.
“Duramos tres años en terminarla,
pero no fue tan difícil porque tenía todo filmado y, al final, lo que hacía
falta era editarlo y encontrar el sentido de la historia. En el momento en que tuve
claro de qué se trataba todo fluyó un montón. Fueron apareciendo cosas que
ayudaron a que la película tuviera un sentido y se armó mucho mejor”, acotó la
cineasta.
Para Paz, Viaje cuenta la historia de “gente que no se quiere hacer grande
por todo lo que implica”.
“No necesariamente porque no quieran
adquirir responsabilidades, sino porque hay un esquema de lo que implica
‘hacerse grande’ que ellos no quieren. Creo que lo que no quieren perder es eso
que uno que tiene en la adolescencia, de querer pasársela bien y buscar tener
experiencias que lo hagan a uno sentirse bien. Se trata de ese momento de la
vida en que otras cosas se vuelven más importantes que buscar esas experiencias”, me comentó Paz, quien está segura que “el
mundo estaría mejor si la gente quisiera pasársela bien en lugar de sólo querer
acumular cosas”.
“Suena como una cosa toda
irresponsable, pero creo que el mundo estaría mejor si la gente quisiera más
pasársela bien, en lugar de acumular cosas… o si la gente estuviera más
despierta y más consciente de que todo ya está ahí, y es sólo ir y aprovecharlo”,
manifestó.
“La gente se rodea de muchas otras
cosas… ‘Tengo que tener una casa, tengo que tener dos carros, tengo que
conseguir estas cosas y aquellas, tengo que avanzar y avanzar y tener éxito’…
cuando en realidad las personas serían mucho más felices si trataran de
conectarse con la gente que tienen alrededor, si sacaran el tiempo para
pasársela bien y hacer cosas que les parecieran vacilonas”, añadió.
Esto Paz lo aplica en su vida; no
solamente es una exitosa cineasta que sigue en ascenso, sino que también es
dueña del Café Rojo, parte de uno de sus proyectos de vida.
“Tengo un café; es algo que siempre
había querido… y, ahora que lo pienso, me gustaría ser emprendedora”, dijo,
riendo. “Hay muchas ideas de negocios que me parecería sería bonito que hubiera
en la ciudad y que me gustaría poder llevar a cabo, sobretodo porque me interesa
mucho San José y me interesan mucho los
proyectos culturales de esta ciudad. Y por eso puse el café, un poco pensando
en recuperar algunas zonas, en crear espacios para que la gente esté en la
calle”, recalcó.
Paz también ha reflexionado acerca
de tomarse un tiempo para escribir una novela, pues le encanta la literatura;
no obstante, en el futuro inmediato y tras el lanzamiento de Viaje, su cabeza se ha llenado de nuevas
ideas y no puede esperar para comenzar a filmar otra película.
“A mí me interesa mucho el cine como
medio; creo que mi aproximación es un poco empujar los límites y trato de hacer
cosas que quizá, no son las más obvias”, me explicó Paz, para quien su visión del cine
radica en estar buscando cosas diferentes basadas en la realidad.
“Hasta ahora no he hecho una
película en la que pasen cosas en las que yo no me pueda imaginar que me
pudieran pasar a mí. A mí me gusta hacer películas en las que sucedan situaciones
que le pasan a la mayoría de la gente en la vida, no como de ‘ese evento’ que
le pasa muy rara vez a una persona y es una historia extraordinaria”, apuntó.
“A mí me gusta más el cine que lo
acompaña a uno, que le muestra cosas con las que uno se puede relacionar, que
ayudan a reflexionar. Y a mí, tal vez, lo que me interesa es eso porque siento
que esas son las cosas que todos vivimos”, agregó.
A punto de finalizar nuestra entrevista,
y con un par de vasos ya vacíos en la mesa, le pedí a Paz que le dejara un
mensaje a nuestra generación.
No le fue difícil, no lo tuvo que
pensar mucho.
Para ella, simplemente, ‘no hay
tiempo’.
“Las cosas son ahora, y uno no tiene
que esperarse a tener 50 años para hacerlas. Si usted tiene ideas y piensa que
las cosas deberían ser diferentes, vale la pena defenderlas. No hay que ser tan
mansos”, manifestó.
Con dos cortos y dos largometrajes, todos reconocidos y premiados a nivel internacional, Paz definitivamente es el ejemplo de esto.
*Fotos por Joel Obando Fotografía
Con dos cortos y dos largometrajes, todos reconocidos y premiados a nivel internacional, Paz definitivamente es el ejemplo de esto.
*Fotos por Joel Obando Fotografía
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